El excelente marketing de KUKA (II): Música con AUTOMATICA

 

Nigel Stanford es un compositor de Nueva Zelanda, mejor conocido por su banda sonora de la película TimeScapes dirigida por Tom Lowe, así como por sus videos musicales para Cymatics y Automatica.


En concreto para su marca Automatica destaca su trabajo publicitario con la empresa KUKA dedicada a la robótica y la implantación de tecnología de sistemas. Hoy hablaremos de este anuncio.


El video comienza con un robot serigrafiando con un láser el logotipo de Automatica. Mientras saltan chispas en una cinematografía que comienza con gran atractivo visual. Aquí se ofrece la primera imagen de un robot. Una imagen cuenta más que mil palabras y por ello esta es tan atractiva. KUKA con esta imagen ya dota al video de un ambiente industrial que es el sector dirigido a este tipo de robots.


Acto seguido y como es lógico vemos como dos robots comienzan a tocar el primer instrumento, un bajo. Las notas graves del bajo aportan potencia y a su vez una agilidad notoria en la extensión robótica que controla el mástil con trayectorias que aunque rápidas parecen suaves. 


Después del bajo se introduce el piano, también con dos robots con las mismas pinzas como herramienta que se utilizan en el bajo pero abiertas para llegar a tocar más notas a la vez en el teclado.


Respecto al piano y al sintetizador que entrará inmediatamente después junto con la batería hay algo que me ha llamado la atención. En la implementación de esta composición musical se ha tenido en cuenta que se utiliza una escala en La menor. En música, tanto la escala La menor como la escala Do mayor tienen una peculiaridad, sus notas son Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. Esto implicaría que las notas que se deben tocar son todas las blancas y no habría ninguna nota sostenida o bemol que en un piano están representadas en negro y desplazadas arriba. A la hora de la programación del robot esto es una bendición, el movimiento se podría traducir a traslaciones siempre en un mismo eje que coincida con la parte blanca del piano obviando así todos los sostenidos que requieren de un desplazamiento fuera del eje de actuación.

 


Esto se confirma cuando más adelante el protagonista coge la guitarra, el acorde que desgarra para romper la canción es efectivamente un La menor.

 


Con esto podemos confirmar una máxima de la robótica de nuestros días, los robots que programamos se programan con una finalidad y el conocimiento de ésta puede facilitarnos la vida muchísimo a la hora de implementar un sistema. Si en este caso no hubiésemos pensado a la hora de componer en la escala, más tarde habría supuesto una mayor complejidad abordar tanto el piano como el teclado sintetizador. Esta es la importancia de instruirse en materias adyacentes a la robótica para el enriquecimiento total de nuestro sistema automatizado.

Volviendo atrás, tras el piano se introduce un teclado sintetizador que funciona con un único brazo y de la misma forma que el piano.

 

A la misma vez que el sintetizador una batería comienza a irrumpir. La batería está compuesta por tres brazos articulados, dos de ellos con sujeciones para las baquetas para platillos y tambores y uno ubicado más bajo sin ninguna herramienta para simplemente empujar el pedal del bombo. Los movimientos que describe la batería es muy similar a los de los baterías humanos, ralentizando la subida y la rapidez en el golpe en la bajada.

 

Por último instrumento, la mesa de mezclas que se utiliza es usada por dos brazos con el que uno de ellos controla la alternación de los volúmenes de los discos con una pinza como las del piano o el bajo y el otro brazo utiliza una herramienta que parece un disco acolchado para mover los platos.


Algunos fotogramas dejan intuir el software que implementa mucho de los movimientos de los robots. KUKA expone sus robots con un software sencillo que utiliza casillas y la programación de estos movimientos se hace manualmente. En videos detrás de las escenas se observa como el software ejecuta las trayectorias con una correción manual y guardando posiciones. Aquí se puede ver la programación para el bajo y la batería. Este software tiene tanto una componente visual con animaciones de los robots, una controladora de tiempos en casillas que indica la posición en la que tiene que estar en cada momento y todo ello con un diseño sencillo y ergonómico. Incluso el logotipo de Automatica puede ser un indicativo de que podremos crear nuestro software particular como el que se puede observar.

 



En dos momentos del video se ve como sincronizadamente el operario pasa entre varios robots que se mueven con gran velocidad. Aquí esto puede ser peligroso y en la segunda vez que esto ocurre casi acaba rozando el brazo del hombre pudiendo incluso poner la integridad física del individuo en peligro. Esto quiere denotar precisión y coordinación, no obstante, creo que es lo único en lo que falla este anuncio dado que en la vida real trabajamos con distancias de seguridad y dispositivos de protección para impedir que entre el humano y la máquina no haya accidentes.


Al final del anuncio, como ya se ha mostrado la delicadeza del mismo se demuestra la fuerza de una forma destructiva al romper la canción. Esto es una declaración de intenciones respecto a la robustez y fuerza del dispositivo al destruir de forma tan agresiva los instrumentos.


Como conclusión, es un nuevo marketing muy original y muy acertado por parte de la empresa, que denota una delicada contundencia tanto a nivel de movimiento como de programación, cosa que en el primer anuncio que analizamos no se vio con tanta claridad.

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